Almidonando las enaguas en la lavadora

Hace unos meses estuve haciendo enaguas… y una vez terminadas ¡Toca almidonarlas!.

Y aquí tienes dos opciones. O bien las llevas a una tintorería (Si eres de Valencia te recomiendo Bremen ), o bien las almidonas en casa.

Tras varios intentos fallidos de almidonado probando varios métodos descritos en la “Academia de Nocturnos” , aquí os voy a contar lo que a mi me funciono.

Si que os voy a decir que la tela de la cual estén hechas las enaguas es lo mas importante. No todas las telas cogen igual el almidón, ni lo aguantan tanto tiempo.  Por eso, si aun no has hecho la enagua, prueba a ver que tal resultado dará tu tela, almidonando un trocito.

El escenario de almidonado “ideal” es tener un buen barreño (o bañera), una amplia terraza y un día de sol radiante… si como yo vives en un piso de ciudad de VPO, y tiendes en la terraza del edificio con 20 personas mas…  toca pensar en métodos alternativos.

Almidonar unas enaguas en la Lavadora:

Lo primero es hacerte con unas cuantas botellas de Almidon de Nylon del Mercadona:

También podéis comprar almidón de Nylon de otras marcas, pero es que este es muy fácil de encontrar donde yo vivo y da buen resultado.

Mi primer intento de almidonado fue un poco fracaso, sobretodo por dos motivos. Uno es que mi lavadora es altamente ecológica, y no usa casi agua, y segundo porque intente secarlas “al aire” en una semana lluviosa y estuvieron 2 días tendidas.

Primer paso, humedecer bien todo el tejido:

Visto que la primera vez mi lavadora no almidono de forma homogénea, esta vez metí las enaguas y programe un “aclarado rápido” ¡Y baje las revoluciones del aclarado a 600!. Esto dejo las enaguas ya húmedas.  E hizo mas facil que el almidón después penetrara y se repartiera de forma homogénea

Segundo paso, almidonar:

Una vez terminado el primer aclarado rápido, programe un segundo aclarado. Normal y con agua fría bajando también un poco las revoluciones de centrifugado de la lavadora.

En el cajón del detergente, vertí en la cubeta numero 1, tres botellas de almidón. 

Tener cuidado, este almidón hace mucho poso… verter la mitad de la botella, mezclar bien lo que quede en el bote, y después verter la otra mitad.

La cantidad de botellas depende de lo fácilmente que coja el almidón la tela que vas a usar, y como es de grande la enagua. Pero tener en cuenta que usando la lavadora hay que usar mucho mas almidón que dejando la ropa reposando en un barreño.

Una vez hecho, cerré el cajón y le di al botón de “empezar”… tras unos primeros momentos de espera, ves como empieza a entrar en el tambor un agua de color lechoso… que es la mezcla con el almidón…  y solo queda esperar que termine.

Tercer paso, secar:

Como en mi caso, que se secara al sol seguía sin ser opcion… no había sol por ningún sitio. Decidí hacer caso al manual de uso que viene en la botella de almidón que dice “que se puede secar en secadora”.

Así que programe la secadora para “secado plancha”…

Cuarto paso, planchar:

Y cuando saque aquello, no parecía que hubiera tenido mucho éxito… no es que estuvieran con cuerpo que digamos.  Y un poco frustrada (parecía que aquello fuera a ser un segundo fracaso) me puse a planchar.

Sorprendentemente mientras planchaba y el tejido se enfriaba se iba quedando “con cuerpo”… y ¡¡Crujía!!

Y dos horas de plancha después me quedaron unas enaguas crujientes, crujientes… ¡Lo que me recordó las enaguas que le regalo Rhett Butler a Mammy. Os prometo que, en cuanto pueda, ¡me hago unas enaguas rojas!